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La contaminación es generalizada y representa una amenaza directa para la salud humana y el medio ambiente, advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a través de la información publicada en su página web.

El organismo internacional señala que: “Varias formas de contaminación se encuentran en el aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra en la que vivimos”. Así,  identifica seis tipos de polución: del aire, del agua dulce, de la tierra y del suelo, marítima, química y por residuos.

La contaminación no solo perjudica al medio ambiente, sino que también representa costos económicos significativos como resultado del impacto en la salud humana, las pérdidas de productividad y los daños a los ecosistemas, indica el documento del PNUMA Hacia un planeta libre de contaminación: informe de antecedentes (2019).

Ser conscientes de la contaminación permite entender este problema y buscar soluciones, sostiene a National Geographic Andrea Pineda-Rojas, doctora en Ciencias de la Atmósfera e investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

“Es importante entender cuáles son las fuentes de contaminación, dónde puede haber problemas y quiénes se pueden encargar de resolverlos”, agrega.

Qué es la contaminación del aire y cuáles son sus causas

De acuerdo con la descripción de Pineda-Rojas, la contaminación del aire, también conocida como contaminación atmosférica, se produce cuando las concentraciones de las especies químicas en el aire se encuentran en niveles que afectan o pueden afectar a la salud de las personas, la vegetación, los animales, el patrimonio cultural, entre otros.

La investigadora del Conicet explica que todas las actividades humanas emiten contaminantes al aire aunque con diferente intensidad. Entre los generadores de polución existen fuentes biogénicas (producidas en la naturaleza tales como las erupciones volcánicas o los incendios forestales) y antropogénicas (generadas por las personas).

Entre las últimas, señala la especialista argentina, las principales actividades que liberan contaminantes son: el transporte vehicular, el consumo de gas en los hogares ya sea para calefaccionar como para cocinar, la actividad comercial e industrial, la generación de energía, el uso de solventes, los aviones y las actividades agropecuarias.

 

Fuente national geographic