columna oswaldo villaseñor

Y el tiempo se acaba. Quedan ya 27 días de campaña y se está prácticamente un mes para que los sinaloenses vayamos a las urnas.

¿Piensa votar? Y ¿De votar por cual partido o candidato votaría?

Estas son las dos preguntas más difíciles de contestar por el ciudadano común y corriente, ese que se levanta todos los días con la preocupación de que va a hacer o como le hará para resolver sus problemas del día a día.

En la mente de este grueso sector de la sociedad, no está ni por asomo su preocupación por decidir participar en la elección y mucho menos por quien votar de todos los candidatos. Es más, un gran, pero un gran número de ciudadanos, no sabe ni siquiera los nombres de los candidatos participantes y por cual partido participa.

Ese es un escenario real que lo dicen las encuestas y lo dice una simple pregunta al taxista, al empleado de un comercio, al jornalero, al que vende hot dogs en la esquina etc.

Una amiga, analista política por gusto, no por profesión, hizo un ejercicio estadístico por demás interesante para medir el pensamiento de los indecisos.

Las contestaciones de gente que no participa en política partidista, que es donde se concentra el mayor número de los indecisos, son por demás elementales y sin mucho rigor analítico.

Veamos.

1.-En el ejercicio estadístico, se le preguntó si piensa votar el próximo 6 de junio y si la respuesta es afirmativa, se hace la segunda pregunta. ¿Por quién votará?

Si la respuesta es Negativa, o sea que no piensa votar, la pregunta es por qué no y ahí las respuestas suenan por demás interesantes.

Es obvio decir que de este ejercicio estadístico se dejó por fuera a quien en primera pregunta respondió que si piensa votar.

2.-En el ramo de taxistas, pero sobre todo de aplicación –o sea uber- por qué los otros son agremiados, las respuestas en su gran mayoría es que no piensan votar.

Cuando se les pregunta por qué, la respuesta es muy sencilla. “Todos son iguales”. El análisis es muy básico, lo reiteramos. Así reducen y explican su decisión de abstenerse a votar y de paso deja aflorar su resentimiento hacia la clase política.

3.-Otros, y aquí viene la parte interesante del estudio, dejan entre ver su posibilidad de votar, pero confiesan no saber por quién lo harán. Ojo no saben por quién votar.

A la gran mayoría se les preguntó desde cuando manejan un uber y por qué ahora lo hacen. ¿A qué se dedicaban antes?

La gran mayoría tiene menos de tres años en la prestación de este servicio. Antes era dueño de un pequeño negocio que se vino abajo o bien, eran empleados de mandos medios en empresas que cerraron o en el mejor de los casos, tuvieron recortes de personal y les tocó ser liquidados.

4.-Después de contar su historia de desgracia reciente se les hace otra pregunta. ¿Y aun así y lo que vives en carne propia no sabes aun por quién votar? Y la respuesta vuelve a ser la misma. No.

5.-En el sector de dueños de pequeños negocios, la gran mayoría afirma que la situación económica ha empeorado mucho. Las ventas están bajas, que muchos compañeros han cerrado sus negocios y que no han recibido ningún tipo de apoyo por parte del Gobierno Federal durante esta pandemia.

Después de preguntarle sobre su situación actual y la pasada, todos dicen que ahora está peor. Y viene la pregunta. ¿Piensa votar el próximo 6 de junio? Si la respuesta es positiva, confirman también en su mayoría que no conocen a sus candidatos. Si acaso conocen a Mario Zamora y a Rubén Rocha, pero no al resto.

De los candidatos a diputados ni hablar. Es reducido el porcentaje de conocimiento que se tiene.

Y viene otra vez la pregunta. ¿Y aun así con lo que ahora vive que se ha empeorado en los últimos años, no sabe por quién votar? La respuesta vuelve a ser No.

4.-En el ejercicio se entrevistó a empleados de comercios, a vendedores de puestos fijos y semifijos, operadores de transporte entre otros. Sus respuestas son similares. Todos confirman que la situación económica está peor que antes. Algunos confiaron que en sus trabajos hasta les bajaron el sueldo con tal de conservar su empleo y se encuentran en espera de tiempos mejores.

Pero aun así, no saben por quién votar.

5.-Este simple ejercicio, muestra que el voto de los indecisos, que ahora se mide como voto indeciso –los que no saben si van a votar- o voto no definido –saben que si van a votar, pero no saben por quién- aún se considera como un voto volátil cuando ya quedan 4 semanas para que todo esto acabe.

Lo que si queda claro, es que será el voto de los indecisos – casi un tercio- el que decidirá la elección, si es que los candidatos logran llamar su atención y lo convencen de salir a votar.

La confusión y la incertidumbre, por lo pronto es la que reina en este proceso electoral.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-En campañas electorales, todo cuenta y todo tiene un efecto político. El caída de la línea 12 de metro se ha convertido en una verdadera crisis política para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y para los candidatos de Morena.

Las consecuencias de la ineptitud y de la equivocada visión de “ahorro o austeridad” de este gobierno al cancelar los presupuestos para mantenimiento en este tipo de obras, ya cobra vidas.

Ya hubo una explosión en una planta de Pemex y la causa fue por falta de mantenimiento. Ya se cayó la línea 12 de Metro en la ciudad de México y ha costado varias decenas de vidas y también fue por falta de mantenimiento. Advertidas estaban las autoridades de que algo así podía ocurrir según videos difundidos y aun así no hicieron nada.

En fin. ¿Tendrá costo electoral para Morena? Se sabrá.

OTRO PASITO.-Alvaro Ruelas se sumó a la lista de funcionarios públicos del gobierno estatal que se sumó a la lista de los renunciados por verse señalados de andar haciendo política partidista en tiempo laboral.

Ya van dos. Evelio Plata y Alvaro Ruelas. ¿Seguirán más?

UN PASITO MAS.-Rubén Rocha presentará hoy sus propuestas de campaña en una conferencia de prensa. Ayer, no lo quiso hacer en un debate de propuestas que organizó la Coparmex al cual asistieron los otros 7 candidatos al gobierno del Estado.

La encuesta de El Financiero que lo pone con una amplia ventaja, le cayó como anillo al dedo, para justificar su inasistencia al debate de candidatos.

Rocha entendió bien que su problema, durante el primer debate no fue ser atacado por la mayoría de los candidatos, lo cual era lógico que sucediera, sino su verdadero problema fue verse nervioso, no poder articular sus ideas y propuestas y de paso, no tener una respuesta convincente a las acusaciones hechas.

Que tendría que decir en este nuevo debate de su decisión de omitir o mentir en su declaración 3 de 3, las dos nuevas casas a su nombre que le han aparecido, sin contar las mansiones en el fraccionamiento más exclusivo de Culiacán a nombre de sus hijos.

La lista de 5 carros lujosos que también mintió tener, sin contar la que se puso a nombre de su chofer.

No tener respuesta para todas esas acusaciones, es lo que verdaderamente le hace daño y mucho más que el no asistir a un debate.

En pocas palabras, jugó con el score e hizo bien no participar en el debate de Coparmex.