Un fuerte olor a humanidad adolorida.
Vladimir Ramírez Aldapa
̶ La peor idea de Estados Unidos. ̶ Dijo Eve Samples, del grupo Friends of the Florida Everglades. En referencia a la recién inaugurada cárcel para inmigrantes deportables. Trump busca meter miedo por todos los poros del cuerpo e intersticios del pensamiento humano, convencido del falso cálculo de que así sentará las bases para detener la inmigración latinoamericana y caribeña a Norteamérica. ¿Qué significa Everglades para propios y extraños? Es una zona del estado de La Florida donde el 96 por ciento es humedal, un lugar pantanoso convertido en refugio natural de especies en extinción en los que destacan la pantera de La Florida, los manatíes y los flamencos americanos. Con dos huéspedes distinguidos: la siempre hambrienta pitón y los aparentemente mansos caimanes, armados de largas fauces y firme dentadura.
Para los ambientalistas es un atentado a una zona casi virgen y la amenaza al hábitat de esas especies mencionadas; para el gobierno es la construcción de un pequeño infierno de alcances continentales, que haga sentir escalofríos a todo aquel latinoamericano que sueñe con la aventura de migrar hacia los Estados Unidos, pues la bienvenida no será la oportunidad de un trabajo o un espacio urbano, sino el aislamiento en una cárcel anclada en un pantano con puerta de entrada, no de salida, rodeada de pitones y caimanes siempre al asecho de presas para cazar. Para los inmigrantes es la medida más absurda concebida como respuesta a su entrega al trabajo productivo y sus aportaciones en el campo de la economía y la cultura de Estados Unidos.
Para quienes defendemos los derechos humanos, Alligator Alcatraz no sólo es un centro penitenciario concebido por mentes enfermas que ven en la inmigración humana el origen de las crisis de su sistema económico y social. Esos migrantes salen de sus países de origen al no encontrar oportunidades de crecimiento personal y al buscar los espacios negados, en el nuevo país vuelven a chocar con ese inhumano y rotundo NO. Y sin haber llenado Alligator Alcatraz con los inmigrantes detenidos, ya se hacen planes para la construcción de un segundo centro con características similares al presente.
Ya arrancaron las protestas contra la construcción de Alligator Alcatraz, pero el énfasis pone el dedo en el riesgo que representa para las especies en extinción, no en el carácter inhumano y que atenta contra los derechos humanos de los inmigrantes que sean detenidos e internados en un lugar con el clima poco favorece la salud de los internos, sin dejar de ver que todo está diseñado para imponer un sentimiento de terror al entorno. Sin dejar de tener valor lo referente a las especies en peligro, nosotros los paisanos de quienes serán inquilinos obligados de ese espantoso infierno (y otros ahora en construcción), no podemos evitar la indignación ante la concreción de hacer del miedo un recurso contra la inmigración.
La nefasta política anti inmigratoria de Trump y las prácticas policiales que le siguen el paso han separado familias, detienen a ciudadanos por sus rasgos de raza de bronce o caribeños y por el habla de un fluido español, sin averiguar si tienen documentos que acrediten su estancia legal. La discriminación racial cobra su más alto sentido absurdo en esos actos. Y lejos de atender las causas verdaderas de sus crisis, los administradores de la Casa Blanca pierden el tiempo en estar pendientes que sus policías vigilen iglesias y escuelas para capturar migrantes.
Hay otras aristas del problema que ponen en mayor tensión el momento que vivimos y la relación múltiple con Estados Unidos: las remesas descienden. En el contexto de los debates sobre un impuesto especial a las remesas enviadas al extranjero, el mes de abril pasado registró la entrada de 4 mil 761.2 millones de dólares. Comparada esta cantidad con lo sucedido en abril de 2024, tuvimos una caída del 12.1 por ciento. Se mencionaron como causas la incertidumbre que abrieron las políticas comerciales de Trump y la depreciación del dólar. En el mes de mayo se repitió una caída en las remesas, aunque el porcentaje fue mucho menor. Llegaron 5 mil 360 mdd, lo que significa una caída del 4.6 por ciento respecto a mayo de 2024. Sin ser tan grave en el comparativo anual, no deja de preocupar.
Y como la economía mexicana danza en varios aspectos al son que tocan los monopolios gringos, las expectativas de la nuestra marcha en la incertidumbre. Ahora mismo las cuentas de la deuda pública presentan buen rostro, porque al apreciarse el peso frente al dólar la caída disminuyó en un 0.1 por ciento durante lo que va de 2025. Pero hablando de crecimiento de la economía la OCDE pronostica un 0.4 por ciento para este 2025, lo que nos pondrá en el peor comportamiento frente a las economías de América Latina. Las políticas trumpistas no son ajenas a todo esto. Dos factores señala la OCDE para dicho pronóstico: las zancadillas arancelarias de Trump y la anemia que padece el dinamismo de nuestra economía.
La situación que viven nuestros paisanos en Estados Unidos debe llevar al Senado de la República a reflexionar sobre el contenido de todos los acuerdos y tratados con nuestro vecino país. A pesar de todas las ligas que limitan nuestra independencia respecto a EU debemos iniciar un ejercicio de revisión de todos los compromisos diplomáticos en común. Es obvio que no faltan cosas que nos ponen en desventaja frente a nuestros vecinos. Pero es hora de buscar una relación de mayor respeto entre ambas naciones. Y se pueden dar pasos en firme a condición de que el pueblo esté informado y que las propuestas diplomáticas tengan su respaldo. Todo sobre la base de una economía más sana y fortalecida al interior. Que el peligro de que Alligator Alcatraz se multiplique sea el principal incentivo para cumplir nuestro deber. Vale
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
X @Oscar_Loza