Con todo y acusaciones de parcialidad, Omar Canizales cumplió como presidente de la Liga Mexicana del Pacífico

COLUMNA PALCO PREMIER DEPORTES JORGE LUIS TELLESok-Presentó su renuncia tras trece temporadas en el cargo

 

-Logros indiscutibles durante su paso por el circuito

 

-La LAMP busca ya un nuevo presidente. El tiempo apremia

Señalado de mantener una actitud parcial en favor de determinadas franquicias -lo cual ocurre habitualmente – Omar Canizales Soto enfrentó ciertas diferencias con algunos dueños de clubes (en especial con Juan Manuel Ley López); sin embargo no se le puede escatimar el calificativo: fue un buen presidente de la ahora llamada Liga Arco Mexicana del Pacífico.

Canizales Soto, en efecto, presentó su renuncia a tan codiciada posición (que si lo es) la tarde del martes próximo pasado en la ciudad de Guadalajara, tras la reunión oficial de los dueños de equipos, para analizar los resultados de la temporada recientemente concluida y para establecer la llamada ruta crítica en tránsito hacia la nueva campaña del beisbol invernal, que arrancaría por allá en los primeros días de octubre venidero.

Omar debutó en la temporada 2009-2010 -para sustituir a Renato Vega Alvarado – y permaneció a lo largo de 13 ediciones en el cargo, incluida la anterior. En años, fueron 12 en total. Fue el presidente número diez, contadas las 64 campañas de nuestra liga, a partir de 1958 y sin considerar las 13 de la legendaria liga de la Costa del Pacífico.

Antes de Canizales pasaron por la presidencia del circuito, en orden descendiente: Renato Vega Alvarado, Victor Cuevas Garibay, Arturo León Lerma, Rafael Limón García, Horacio López Díaz, Octavio Luebbert Seldner, Esteban Pérez González y Rogelio Rodríguez Torres.

Y en la Costa del Pacífico, por si le interesa el tema: Teodoro Mariscal Morales, Constantino Haza Peralta, Rogelio Rodríguez Torres y Alfonso Robinson Bours.

Dueño de una licenciatura en Mercadotecnia, expedida por la Universidad Regiomontana, Omar Canizales fue seleccionado como presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, en la primavera del 2009, de entre un selecto grupo de aspirantes, que reunían también méritos sobrados para una posición a la que aspiran los magnates del beisbol invernal de nuestro país.

-Elegirlo no fue tarea fácil, sino que exigió un trabajo arduo y complicado entre varios aspirantes – declaró, por aquel entonces, Enrique Mazón Rubio, presidente del club Naranjeros de Hermosillo.

Precisamente a Canizales se le acusó, en más de alguna ocasión, de traer bajo su traje el uniforme de los Naranjeros y después el de los Charros de Jalisco. En su favor, sin embargo, hay que decir que a otros presidentes se les formularon señalamientos similares: a Renato Vega Alvarado, por ejemplo, de vibrar con los colores de los Tomateros de Culiacán (lo cual era cierto, en estricto sentido, sin dudar de su honorabilidad); a León Lerma y a Horacio López Díaz, de favorecer a los Naranjeros y a Rafael Limón de simpatizar con los Cañeros de los Mochis.

A lo mejor sí, porque antes de asumir la presidencia de la LMP, necesariamente pertenecieron a algunas de las franquicias -en el caso de Renato Vega, gobernador de Sinaloa- y eso se queda para siempre en el corazón; pero no por eso declaran conflicto de intereses a la hora de tomar decisiones, desde el más alto cargo del circuito invernal.

Y de todo esto, desde luego, no quedó excluido Omar Canizales.

-0-

Bien.

El martes pasado, al hablar de su renuncia ante los representantes de los medios de comunicación, Canizales Soto presentó, en video y a través de redes sociales, los que, a su juicio, fueron sus logros más relevantes, a partir del 2009 y hasta la fecha:

-Expansión de dos nuevas franquicias de alto potencial: Guadalajara y Monterrey.

-Nuevos estadios (o remodelados) en el 80 por ciento de las diez plazas.

-Crecimiento de asistencia a estadios: 2 millones 300 mil, por temporada.

-Sustancial incremento cualitativo y cuantitativo de patrocinadores.

-En TV, evolución de transmisiones locales y regionales a nacionales e internacionales.

-En Series del Caribe, 6 finales y 4 campeonatos, en los últimos diez años.

-Reconocimiento a México, como el mejor organizador de Series del Caribe.

En suma, destaca Canizales en su informe de logros, se “alcanzó la misión y visión planteada diez años atrás”.

Y agrega:

-Estoy cierto que faltan cosas por hacer y mejorar, pero me voy con la certeza de haber dejado un balance muy positivo durante mi gestión y haber entregado lo mejor de mí. Cierro este ciclo de la mejor manera posible y me quedo con el compromiso de seguir trabajando en pro del deporte y fortaleciendo a México en sus nuevos proyectos.

Ciertamente no hay que regatear ni escatimarle méritos al trabajo realizado por Omar al frente de la Liga Arco Mexicana del Pacífico; pero hay que dejar claro que los logros no son solo suyos en lo individual, sino resultado de ese enorme crecimiento que ha experimentado nuestra liga en los últimos años y que no conoce límite alguno, tal y como se probó en la Serie del Caribe efectuada aquí en Culiacán en 2017, con Héctor Ley López como eje principal, siempre auxiliado por su gran colaborador Jaime Blancarte Pimentel, quien ya descansa en paz.

Así de sencillo.

-0-

Y bueno.

Pues a la mayor brevedad posible, los propietarios de los diez clubes tendrán que elegir a un nuevo presidente. Ya estamos en marzo y faltarían ya menos de siete meses para el arranque de una nueva temporada; la número 65 para ser más exactos.

Y en puerta, dos nuevas Series del Caribe para efectuarse en territorio nacional: en 2025 en Mexicali y en 2027 en Hermosillo.

Hay que agregar aquellas en las que México sale como bateador emergente.

El procedimiento para seleccionar al nuevo presidente será el acostumbrado: cada franquicia, si así lo desea, presentará sus propuestas, en una lista a depurar paulatinamente hasta reducirla a un mínimo de tres, de la que surgiría el elegido.

Claro, no es fácil dar con la persona que reúna la idoneidad requerida; pero ineludiblemente se llegarán a acuerdos entre los dueños de los clubes.

Ya el tiempo apremia.

Pendientes.

-0-