columna joseluisLa semana que recién pasamos, vivimos un calorón de los mil demonios y se dio el resurgimiento de la lucha de los productores agrícolas, como no se daba desde hacía muchos años, con liderazgos inteligentes y decididos, al igual que se dio también quizá las expresiones políticas más intimidatorias del gobierno de Rubén Rocha, gobierno al que urge “un alto en el camino” para recapitular su desempeño y valorar si la ruta que cursa es correcta para el mejor beneficio de Sinaloa.

 

Desde que empezaron esos días, por allá el lunes 12 de junio, cuando en su “semanera”, el gobernador Rocha espeto a los productores de granos, quienes habían anunciado que vendrían el martes 13 a Culiacán, de que “aquel que venga no les pagare su maíz”, pasando por la toma del aeropuerto ese martes 13, luego el encapsulamiento por la guardia nacional de los manifestantes, al dejarlos sin agua, comida y sanitarios, pasando por el miércoles cuando el gobernador encolerizado, primero los fustigo con que no habría negociación sobre el problema del precio del maíz si no abandonaban el aeropuerto y acudían a verlo a palacio de gobierno.

 

Luego, les espeto que los culpables de la crisis de los precios de granos, eran los industriales (MINSA, MASECA Y CARGIL) a los que llamo a ir a tomar sus instalaciones y que él las encabezaría, para cerrar el viernes con un tweet del gobernador dirigido a los industriales a los que acusa de ser voraces y agitados que incitaron la toma del aeropuerto “atentando contra las vías de comunicación y el estado de derecho” y cierra el tweet “auspiciamos y protegemos la inversión de la empresa con utilidad razonables, pero censuramos la rapacidad de quienes dejaron la modesta ganancia que merecen muchos productores del campo “no cesaremos en construir desarrollo con justicia”.

 

Vaya que fue una semana caliente cargada de desatinos gubernamentales tanto en la solución específica y concreta del precio de maíz, como la falta de capacidad política para tratar un problema que desbordo al gobierno del estado y mostro la falta de oficio en solución de conflictos.

 

Lo que paso es grave porque el gobierno enfrenta un escenario muy complicado con un movimiento nuevo de productores por su versatilidad en el manejo de sus liderazgos y la capacidad de defender sus causas.

 

Si el gobierno del estado no entiende en que está metido y sigue reaccionando a los problemas con la rabia del coraje que le provocan, no va a atinar soluciones correctas al conflicto.

 

El problema del precio del maíz tiene que pasar de los dichos a los hechos, se les tiene que pagar a quienes hayan entregado sus cosechas y no se le puede seguir dando largas por supuesto insuficiencia financiera y peor, por burocratismo de la administración pública, como se justifica SEGALMEX.

 

Tampoco puede seguir atizando el choque con los industriales del maíz, porque se ocupa en las negociaciones, por lo que debe recomponer los puentes que rompió, en lugar de pedirle al presidente López Obrador que los obligue a que negocien, como lo pide en su tweet del viernes.

 

El gobernador rocha debe asumirse como el gobernador de Sinaloa y no el de un activista político de MORENA, como tampoco pretender mimetizarse con el presidente López Obrador, como si este fuera una deidad para replicar y el gobernador no fuera distinto, una repensada hace falta.