En la raya

El maíz...¿resuelto?.... no lo creo

columna joseluisSiempre he creído que a la mayoría de los gobernantes les gana el cretinismo, que se creen seres superiores e infalibles, por lo que consideran que la rueda de la vida gira al ritmo que ellos quieran, cometiendo con ello graves errores de apreciación y juicios, por una frivolidad de sentirse superiores e infalibles, como le pasa ahora al gobernador Rubén Rocha ante el problema de la comercialización de la cosecha de maíz 2024.

 

Muy rápido se olvidó de la grave crisis política que vivió con la cosecha del 2023 y que aún se arrastran secuelas sin resolver y sin explicar a la sociedad de sus errores y malos manejos.

 

Es obvio que le mintieron a los productores de maíz, cuando el presidente López Obrador y el gobernador Rocha Moya, en octubre del 2022, pomposamente gritaron a los cuatro vientos “ampliar todo lo que puedan la superficie de maíz, todo el que se produzca lo pagaremos a 7 mil pesos la tonelada” y ¿qué paso? , pues que todo resulto un cuento y se armó la batalla de los productores en contra del gobierno federal y estatal.

 

Fueron tan irresponsables entonces, que el programa de siembras no contemplo el mercado, el clima, ni los mecanismos elementales de negociaciones entre gobierno, federal y estatal, con la anticipación y la medida que el panorama ya lo dibujaban a la cosecha de maíz del 2023.

 

¿Qué hicieron? Dejar al garete más de 4 millones de toneladas del maíz Sinaloense, proteger con un subsidio casi de dos millones de toneladas entre el gobierno estatal y el federal con un subsidio de diez mil millones de pesos y “patear el balón para adelante” sin tomar otras medidas.

 

No se les ocurrió bloquear y disminuir la importación de maíz blanco para permitir la comercialización del maíz local, importándose 18 millones de toneladas y tuvieron la brillante idea de almacenar (sacar del mercado dijeron) 1.5millones de toneladas para “despresurizar” el mercado y provocar una reacción del precio comercial del maíz, como si fuera factible en un mercado como el mexicano, que consume 50 millones de toneladas de maíz al año.

 

Este 2024 se están introduciendo 22 millones de toneladas y no hicieron nada para que reaccionaran el precio y ni se estableciera de un principio del ciclo agrícola, ningún precio de garantía para la agricultura   comercial, lo que de nuevo ha producido incertidumbre e inestabilidad social en el campo para los productores, como si la agricultura comercial, con el precio que resulte del mercado, su cosecha por arte de magia se vuelve rentable, cuando en realidad gravitan muchos otros factores como a sido siempre el costo de los insumos, los créditos, los seguros y la intangibilidad de los cambios de la naturaleza, como la sequía y las altas temperaturas.

 

Hoy, en este 2024, con ese facilismo que les da ese cretinismo, los gobiernos federal y estatal, abordan la comercialización de la cosecha de maíz, como si ya lo hubiera resuelto estableciendo un precio de garantía de casi 5500 pesos por tonelada, cuando los costos de producción( esa liebre de los precios de los insumos), casi llega al precio de diez toneladas y el promedio de cosecha estatal por hectárea, se calcula que oscilara entre las 10 y 12 toneladas por hectárea, producto de la reducción de los riegos por la sequía.

 

Los productores plantean un precio que supere los 6 mil pesos para que quedara un remanente de 60 a 70 mil pesos por parcela de diez hectáreas y que dicho apoyo provenga de los industriales o del gobierno, lo cual es muy remoto por que los industriales ya tienen negociando buena parte de los 22 millones de toneladas que se están importando y el precio al que está adquiriendo tiene un promedio de 4 mil pesos, por lo que será muy difícil que se solidaricen con los productores locales.

 

Y el gobierno, con su “gran idea” de comprar maíz y embodegar el año pasado, es hora que no lo venden y lo mantienen como “reservas estratégicas” dicen, aunque quiebre la hacienda pública de Rubén Rocha para pagar intereses de los 5 mil millones de pesos que pidió prestados y los más de mil quinientos millones de pesos que han pagado almacenaje durante los diez meses que han estado embodegados.

 

Como no es de ellos el dinero que están perdiendo, les importa “un pito” que se siga pagando almacenaje, que ni se venda el maíz almacenado y a seguir pagando al banco los intereses, “MALOVA” les vino guango. ¿Y esa es la 4T? Están canijos.